lunes, 8 de noviembre de 2010

LA LLAMA ESTÁ EN TI

Sucedió un día como otro. 


Cuando todavía estábamos despertando a la vida. Cuando todavía no éramos muy conscientes de nada de lo que hacíamos. 


Cuando empezábamos a intentar construir nuestras propias frases, en un mundo de palabras del que no llegábamos a conocer más que un puñado de ellas. Cuando todo nos parecía tan grande, tan inabarcable... pero a la vez tan pequeño. Cuando nuestra casa todavía era nuestro pequeño reino personal en el que pasábamos el día haciendo todo lo que nos apetecía. Cuando nuestra actividad diaria se ceñía a dormir, comer, jugar, ver dibujitos animados... y poco más...




Fue en ese día, en ese momento del que probablemente no nos acordamos, cuando nuestros padres, o quizá también nuestros abuelos o alguien de la familia, nos descubrieron algo nuevo para nosotros que iba a empezar a cambiar nuestras vidas por completo.


Pudo ser la primera oración que aprendimos y recitamos. Pudo ser el ver a alguien persignarse o rezar hincado de rodillas o llevar un rosario en la mano. Pudo ser el momento en que nos fijamos que había un crucifijo colgado en una pared, o un cuadro de la Virgen. Pudo ser cuando nos contaron alguna historia preciosa y sorprendente de un tal Jesús, alguien que a partir de ese momento, nos acompañaría a lo largo de nuestras vidas.


Pudo ser de muchas formas, o incluso de ninguna de la que nos imaginamos... Pero sucedió...


Sucedió que dentro de nosotros se encendió una "llamita", nuestra llama particular, que iba a permanecer desde entonces siempre con nosotros, y a la que todos los cristianos denominamos con la palabra "fe".


No sabemos cómo explicar exactamente lo que es. No sabemos cuáles son sus características principales. No podemos verla. No es algo que encaja bien las mentes que quieren reducirlo todo a leyes materiales. Incluso nos es difícil saber cuáles son las razones últimas de su existencia... Pero de lo que sí estamos seguros es de que existe en nuestro interior y que ha sido un regalo que nos han ofrecido las personas que más queremos. Existe porque la sentimos, porque la notamos y la vivimos. Incluso sabemos cuándo la sentimos con más fuerza.


De hecho, a lo largo de nuestra vida hemos pasado por momentos en que hemos notado cómo esa llama crecía y se fortalecía y momentos en que hemos sentido lo contrario.


Y fue esa misma fe la que nos llevó un día a formar parte de un grupo de amigos, compañeros todos de clase, cuyo objetivo principal no era otro que ir alimentando poco a poco esa llama que un día despertó en nuestro interior.


Después de varios años inmersos en un proceso de formación cristiana, sabemos que esa fe que recibimos es un don de Dios que, en su infinito amor hacia el hombre, nos hizo capaces de descubrir los valores que dan sentido a su mensaje y el proyecto de salvación que tiene preparado para cada uno de nosotros.


Pero Dios también nos hizo libres para aceptar esa propuesta que nos hace, o rechazarla; para cultivar nuestra fe o dejarla extinguir.


Si como creemos, y como dice el nombre de este blog, la llama está en nosotros, sirva esta primera intervención como una invitación a alimentarla continuamente para que nunca se apague.


Ése es el fin principal de este nuevo canal de comunicación que abrimos hoy, para que podáis expresar vuestras inquietudes, para que podáis compartir aquello que os parezca interesante, para que podáis simplemente tener alguien que os escuche... siempre con el propósito de ir alimentando, entre todos, esas "llamas que están en nosotros".






Vuestros catequistas: Pablo y Sebi

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